lunes, 29 de mayo de 2017

Der freie Wille (Libre albedrío) 2006. Breve perspectiva criminológica



SINOPSIS: Der freie Wille es una película alemana del año 2006, que narra la historia de Theo, un asistente de cocina que tiene problemas de control de sus impulsos, y ha cometido tres violaciones, producto de lo cual ha sido internado en una clínica siquiátrica. A los tres años, se le da la oportunidad de iniciar una nueva vida, re insertándose en la sociedad, pues ya se encuentra "sano" y apto para convivir con otros. La vida en sociedad se convierte en un calvario para él, que medicado y sedado, no siente emociones ni ganas de vivir, ni puede lograr vivir de forma normal. Theo conoce a Nettie, otra chica que vive perturbada por problemas con la relación con su padre. Ambos inician un camino juntos, en donde por un momento pareciera que todo marcha excelente ... hasta que Theo debe tomar una decisión que cambiará para siempre el curso de sus vidas.


Ante todo, hago la advertencia de que esta es una película fuerte, con escenas de violación explícitas, y que dura bastante tiempo, por lo cual hay que sentarse una tarde despejada a verla con paciencia.

Magistral película. Mi primera acotación surge del título de la misma ... ¿Libre albedrío? ¿Realmente tenemos un libre albedrío? Theo es un hombre atormentado por sus impulsos, por su pasado, por su prontuario ... ¿Puede optar, tan fácilmente, por una vida diferente, estando en esa situación? Hay muchas teorías criminológicas al respecto, y una de las aristas se centra en la bio criminogenia, aduciendo a que hay impulsos biológicos y desórdenes que nos llevan a cometer ciertas conductas desviadas. A mi juicio, si nos centramos en este punto, Theo naturalmente tiene un problema con el control de su líbido y de sus impulsos, lo cual, fácilmente, podría corregirse con un buen apoyo farmacológico.



Por otro lado, este filme nos plantea la triada freudiana de una manera bien interesante: y es que en todo momento los diferentes estadios de la personalidad se encuentran en disputa. El ello trata de emerger en todo momento, peleando a muerte con el yo y el super yo, que tratan de frenar los impulsos de Theo. Lo logran por un momento, momentos en donde su existencia se torna monótona, triste y gris, siendo finalmente insostenible la lucha, y ganando el ello.


¿Es posible, por tanto la re inserción de un sujeto de conducta desviada en la sociedad? Esta película nos deja un mensaje bastante desesperanzado al respecto, muy por el contrario a lo que nos señala la Naranja mecánica en su libro - pues, como bien sabemos, el maestro Kubrick manipuló bastante el mensaje original del autor - . Theo, atormentado por su vida, por no poder controlar sus impulsos, por no poder vivir una vida normal, decide quitarse la vida, sin importarle el amor de Nettie, sin importarle su vida misma. Naturalmente, Theo no logro re incorporarse a la sociedad con éxito, re incidiendo con mayor violencia en su conducta desviada, mas creo podría haber logrado re integrarse en buenos términos teniendo un acompañamiento adecuado y un bastón farmacológico que le hubiese ayudado a equilibrar impulsos que no son acordes a la vida en sociedad.



Poco se sabe de la vida íntima de Theo, en relación a su familia, entorno micro o macro social, razón por la cual no puede hacerse un análisis al respecto de esos puntos.

En definitiva, es una película que vale la pena ver y analizar desde el punto de vista del derecho, la sicología y la criminología. Cruda, poco esperanzadora, pero muy bien realizada, y con actuaciones magistrales. Un claro ejemplo de como la prevención especial positiva, en algunos casos, no funciona.


sábado, 27 de mayo de 2017

Migración en Chile: derechos y obligaciones

La migración es un tema que está en boga, no sólo en Chile, sino en el mundo entero. Nosotros mismos hemos sido migrantes por muchos tiempo, y hemos sufrido por años el estigma de ser tratados como sub desarrollados y ladrones, gracias al mal comportamiento de varios compatriotas.

Hoy en Chile tenemos una gran afluencia migratoria, y dos noticias nos remecen este último tiempo, relacionadas ambas con migrantes: la primera muy negativa, sobre migrantes dominicanos que asesinaron a una chilena por pedirles que bajasen el volumen de la música; la segunda igualmente negativa y con los mismos actores, pero con papeles invertidos: un chileno agredió a un haitiano sin provocación previa mientras este ejercía sus labores de trabajo, por el sólo hecho de la rabia que le provocaba que un extranjero estuviese haciendo el mismo trabajo que él.

Teniendo estos dos casos, da para pensar ¿Es el problema realmente el migrante, o el problema es la violencia que impera en la sociedad? ¿Es justo generalizar y estigmatizar a un grupo humano sólo por un hecho aislado? ¿Nos convierte acaso la actitud de este chileno a todos en unos xenófobos con instintos violentos, o convierte acaso la actitud de esos dominicanos a todos en unos homicidas? La respuesta es clara para una persona medianamente razonable. 

El problema a mi juicio, no radica en las costumbres de los extranjeros, sino en que se debe dar derechos con su contrapartida de obligaciones. Cualquiera persona puede venir a nuestro país, pero si viene, debe venir para ganarse la vida de forma honesta, adaptándose a la cultura que tenemos acá, respetando nuestras normas sociales, acreditando que será un aporte social y no sólo un ciudadano que piensa gozar de las prestaciones que ofrece nuestro país a costa de nada. Es lógico que si yo voy de visita a una casa y me están dando techo y alimento, me preocuparé por ser agradable y lavar los platos, o aportar de alguna manera para no ser una carga para los demás, y por supuesto, respetaré las normas de convivencia que me imponen dentro de ese hogar, pues como decía sabiamente mi abuelo "Donde fueres, haz lo que vieres" ... Por el contrario, si llego de visita a esa casa y trato de imponer mi modo de pensar, dejo la loza sucia, no soy capaz de ordenar ni limpiar, espero que me mantengan y me den todo gratis, y en definitiva, me comporto como una persona non grata ¿Con que cara después podré alegar si me echan a la calle?

Cierro esta reflexión destacando otra noticia es de gran importancia: según se registra, a la fecha, el hospital San José ha tenido 441 partos de mujeres haitianas ... estos niños han nacido en territorio chileno, y tienen los mismos derechos que cualquier otro niño nacido en un hospital del país. Nuestra Constitución, en su artículo primero, establece un principio claro "las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos"... La migración es una realidad, y están naciendo hijos de extranjeros en Chile. Debemos respetar sus derechos según nuestra Carta Magna y tratados internacionales, pero a la vez, debemos exigir que si ellos quieren ser tratados como ciudadanos, se comporten según las leyes jurídicas y sociales de nuestro país. Lo que se píde no es algo ilógico, ni discriminatorio, sino algo razonable y justo.

jueves, 18 de mayo de 2017

Seis días de otoño

Llegaste a mi vida por suerte 
Partiste en un abrir y cerrar de ojos 
Tu presencia inundó mi otoño de sol 
Tu amor fue una saeta ardiente de calor 

Fuiste breve, pero intensa 
Pudiste revivir este frío corazón 
Tu recuerdo vive dentro mío 
Tus enseñanzas van más allá de la razón 

Amándote fui libre 
Viviendo conmigo me llenaste de color 
El destino quiso separarnos 
Pero nunca podrá relegarte
Ni siquiera en mi último estertor 

Gracias por tu compañía 
Gracias por tu luz 
Gracias 
Gracias 
Sólo gracias, fuiste una bendición